Organización espía logra ser “pro mujer”. Cuál es su excusa?

27 Dec 2016
Un obstáculo común que escucho cuando trabajo con empresas que están tratando de aumentar la participación en niveles ejecutivos de las mujeres de su organización es la falta de flexibilidad en el lugar de trabajo. Las mujeres no sienten que sus roles, horario de trabajo, o la cultura de “calentar sillas” le permiten balancear las demandas profesionales y personales. Pero en una organización sorprendemente puede que cambie todo esto.

Las agencias de inteligencia británica han creado un plan súper agresivo para reclutar a madres trabajadoras con una campaña la cual han tildado “Jane Bond”. Ya sea fan de Bourne o de Alias, los shows populares de la tele nos harían pensar que el trabajo de espionaje sería el menos flexible del mundo.  Las agencias se han dado cuenta, sin embargo, que la inteligencia emocional es una calidad extremadamente valiosa y necesaria para ellos y están ansiosos por mostrarle a las mujeres que una carrera como espía puede ser “pro-familia”.

Cuando leí esta noticia por primera vez en el Periódico Daily Telegraph (Reino Unido) me reí a carcajadas de lo absurdo que parecía esta propuesta. Pero cuando dejé al lado un poco el cinismo, comencé a sentir cólera. Por qué no puede ser posible? Si una organización de inteligencia como M15 puede descifrar cómo lograrlo, Por qué no todas las empresas pueden hacer lo mismo? Cuál es la excusa de las otras empresas?

En cuanto a excusas se refiere, esto es lo que escucho con más frecuencia al plantear el tema de estos arreglos de trabajo flexible:

  • Nuestros clientes jamás nos lo permitirían – ellos esperan un tiempo de respuesta prácticamente inmediato.
  • El trabajo no se puede hacer en sólo la mitad del tiempo.
  • Nuestro horario de trabajo es fijo.
  • Somos una organización que depende mucho de las relaciones y para desarrollar las misma se necesita el “cara a cara”.

Si una agencia la cual es responsable por defender la seguridad e intereses económicos de los británicos, enfrentado riesgos a la seguridad nacional, efectividad de la milicia y de la economía, trabajando globalmente en los esfuerzos contra el terrorismo y la prevención de armas nucleares y no convencionales para lograr esto, entonces, realmente, Cuál es nuestra excusa? Debemos hacer nuestro mejor intento.

Debemos intentarlo porque la organizaciones que descifren la fórmula lograrán atraer y retener el mejor talento. Muchas organizaciones, por supuesto, están progresando muchísimo en cuanto a políticas flexibles, algunos lo hacen genuinamente por el bienestar de sus empleados y otras lo hacen solo para “check the box” y cumplir sus objetivos de inclusión. Sin embargo, entre tener una política empresarial y crear una cultura la cual verdaderamente adopte la mentalidad, hay una brecha muy grande.

Lo que también escucho muy a menudo de las mismas mujeres que aspiran a crecer dentro de una organización es que sus jefes y sus colaboradores le hacen entender claramente que aprovechar estas políticas pro-familia equivale a suicidio profesional. Hacerlo es arriesgarlo todo.

Les garantizo que hay personas muy talentosas que están dejando sus empresas ya sea por una percepción o una realidad de falta de flexibilidad. De hecho, las mujeres comienzan a preocuparse por este tema mucho antes de lo que pensamos. Algunas mujeres se empiezan a preocupar en cuanto empiezan a pensar en tener una familia. Primero evalúan si deben unirse a su empresa o permanecer en la misma. Luego consideran cómo y cuándo decirle a sus jefes que están embarazadas. Luego continúa cuando están en licencia de maternidad, tratando de decir si regresan a laborar, cuando y como. Las mujeres con niños están constantemente evaluando si su empresa es un lugar donde pueden continuar agregando valor – donde QUIERAN agrega valor. Y a raíz de todo esto usted está perdiendo talento valioso para su empresa.

Actualmente las mujeres están abandonando las carreras tradicionales en manadas. Muchas están escogiendo emprender o unirse a organizaciones con culturas más vanguardistas. Y, quien sabe, de repente algunas se convierten espías.

 

Escrito por: Tammy Heermann, Vice-Presidenta  Sr. de Soluciones Estratégicas para Lee Hecht Harrison

 

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