Una mezcla de habilidades tecnológicas y humanas: la nueva receta para el éxito
El ascenso de Sundar Pichai en Google es una prueba de que, a pesar que existan muchos ejemplos de lo contrario, los chicos buenos pueden terminar primeros.
Pichai, de 43 años, comenzó en Google en 2004 en una posición gerencial de bajo nivel. Durante la última década, sin embargo, se abrió paso en la escala de Google convirtiéndose finalmente en una de las voces más influyentes dentro de la compañía.
A él se le atribuyó en gran parte la idea de crear Chrome para competir con los navegadores más establecidos. Chrome es ahora el navegador web más popular y una parte clave del dominio del mercado de Google.
En 2014, Pichai supervisaba las propiedades de Google como Android, Search y Maps, lo que llevó a Bloomberg a calificarlo como «el hombre más poderoso del mundo en los dispositivos móviles».
La historia se completó este mes cuando fue nombrado CEO. El cofundador de Google, Larry Page, que había sido CEO, se fue para tomar el mando de Alphabet Inc., una compañía que asumió la gestión de varias entidades anteriores a Google que se habían separado del negocio principal de Internet.
Lo más destacable sobre el ascenso de Pichai a la cima de Google ha sido la forma en que lo hizo. En un mundo de negocios donde las personalidades impetuosas y dominantes tienden a prevalecer, Pichai es reconocido como un tipo realmente agradable con habilidades superiores a la media.
Numerosos expertos en Google confirman que era excesivamente diplomático, lo que le permitió evitar enemigos. Otros han informado que consiguió la valoración de su equipo aislándolos de la política de la oficina para trabajar arduamente, asegurándose de que los superiores fueran conscientes de la buena labor que estaban haciendo. También fue aplaudido por poder colaborar estrechamente con Page, quien es famoso por ser muy difícil con sus compañeros y subordinados.
¿Cómo llegó Pichai a este enfoque ilustrado de la administración? Como muchos en el campo de la tecnología, su formación académica se centró en gran medida en la ingeniería y la tecnología. Sin embargo, Pichai pasó un tiempo en la consultoría de gestión de aprendizaje en McKinsey & Company.
Donde sea que lo recogió, Pichai incorpora un nuevo estándar para los altos ejecutivos: comprensión de la tecnología y habilidades para gestionar personas. Más específicamente, él ha demostrado que interesarse en la tutoría y el desarrollo de las carreras de otros en su organización puede, de hecho, ayudar a su propia carrera.