Liderazgo que vale la pena seguir
Por Tracy Cocivera
¿Puedes ser un líder sin seguidores? La respuesta simple es no, por supuesto que no. Todos los buenos líderes tienen la capacidad de inspirar a las personas a seguirlos. Sin embargo, cultivar seguidores es uno de los aspectos más ignorados del liderazgo en la actualidad.
Los coach y mentores tienden a enfocar la mayoría de sus consejos en tácticas básicas: cómo los líderes deben actuar y sonar para motivar a las personas que lideran. Cuando muchos de esos líderes salen al mundo real, intentan aplicar esas mismas tácticas en cada interacción y relación bajo la creencia que, finalmente, las personas los seguirán. Es como tirar semillas en una roca y luego esperar que las plantas florezcan.
En mi investigación, descubrí que los líderes tienen éxito cuando prestan mucha atención a las características específicas de las personas a las que quieren dirigir antes de meterse en su bolsa de tácticas. En otras palabras, si tienes una mala combinación entre táctica e individuo, entonces es probable que termines marchando hacia el futuro de la organización, solo.
Para ser verdaderamente efectivos, los líderes deben pensar en sí mismos como personas influyentes que se sienten cómodas empleando una amplia gama de tácticas que pueden cultivar tantos seguidores efectivos como sea posible. Desafortunadamente, demasiados líderes no aprecian, o simplemente eligen ignorar, las características específicas de las personas que lideran.
Ellos creen que tendrán éxito simplemente haciendo que su gente repita lo que quieren, cuando lo deseen, a través de los medios necesarios. Esta es una visión ingenua e inmadura del papel de un líder y una visión miope del mundo, ya que asume que todos los demás piensan como uno y comparten tus valores y creencias.
El manejo del potencial posicional a través de órdenes directas puede parecer exitoso pero, a la larga, no producirá grandes resultados. Este enfoque solo cultiva el cumplimiento, lo que producirá resultados pasivos e ineficaces. Y ese no debería ser el objetivo final de ningún líder.
Como líderes, debemos perfeccionar las capacidades que nos permiten inspirar a nuestros empleados a alcanzar un mayor éxito. Pero también debemos aprender más sobre las personas que lideramos. Solo entonces sabremos si estamos aplicando las tácticas correctas para el individuo correcto. Reconozcámoslo, nunca liderarás a un grupo de personas idénticas en su visión de vida, la apreciación de sus trabajos actuales o sus objetivos profesionales.
Cada líder recibe una amplia variedad de personas, las cuales representan diferentes desafíos de liderazgo. Considera los siguientes ejemplos de las características de los empleados y los desafíos que representan como posibles seguidores.
Esta no es una lista comprensible. Cada oficina tiene un amplio espectro de personas que interactúan en ellas. Sin embargo, estas son algunas de las personas con las que te encontrarás en tu experiencia cotidiana de liderazgo, así como algunos de los enfoques que puedes utilizar para producir un seguidor comprometido y dedicado:
El hacedor apropiado: a menudo escucho a los líderes hablar sobre el desafío que enfrentan con los empleados que hacen lo que se les pide que hagan, cada vez que se les pide que lo hagan, sin hacer ningún alboroto. Hay mucha confianza en esta relación. Sin embargo, aquí existe un peligro real para los líderes de dar por sentado al empleado de fácil acceso y explotar la relación pidiéndoles que hagan cada vez más.
Esto continúa hasta el momento en que los líderes asignan demasiadas tareas, y el colaborador normalmente servicial comienza a retroceder. Estos trabajadores a menudo asumirán roles o tareas que los hacen realmente infelices, en gran parte porque no quieren decepcionar a sus líderes. Pero eso no significa que harán su mejor trabajo.
Obtener el cumplimiento de un empleado muy leal puede parecer genial al principio, pero a la larga perjudicará la calidad de su trabajo y su nivel de compromiso. Al administrar las relaciones con este tipo de trabajadores, ten en cuenta su tendencia a decir «sí» a cualquier solicitud y anímalos a expresar sus verdaderos sentimientos y perspectivas. Si te hacen un favor, asegúrate de recompensarlos con algo que realmente quieran. Y si su ayuda comprometida te ha facilitado salir de un lugar difícil, asegúrate de que sepan que son apreciados por tener esa calidad.
El escéptico natural: Cada oficina tiene una población de escépticos naturales y pueden ser un obstáculo. Estos son los empleados que cuestionan cada decisión, proyecto y política estratégica.
En el extremo, este empleado puede ser desdeñoso, hasta irrespetuoso cuando se le da una directiva. En general, no es porque no quieran hacer el trabajo, sino porque necesitan el valor y el propósito del trabajo en el front-end. Tiene que tener sentido para ellos antes de comprar.
Para cultivar a un escéptico como seguidor debes anticipar los argumentos en contra y concebir respuestas concisas que no menosprecien a quienes quieren que lo hagas. Sobre todo, prepárate para vender tu decisión para que compren.
También es necesario que abras tu mente a lo que el escéptico te está diciendo. Esto puede ser muy difícil de hacer para los líderes ya que deben escuchar con paciencia a alguien que parece oponerse solo por la emoción de ser contrario. Muchas veces hay un germen de una gran idea en lo que dice el escéptico. Y al escuchar sinceramente lo que el escéptico tiene que decir, ganarás su lealtad en el futuro.
El innovador entusiasta ¿Conoces a alguien en tu oficina que sea una fuente constante de ideas y una fuente de iniciativa aparentemente interminable? Si conoces a esa persona, es probable que tengas a un entusiasta e innovador en tu medio.
Esta persona tiene muchas de las cualidades que deseas en un empleado altamente comprometido. Tienen buenas ideas, energía, y siempre están dispuestos a lanzarse a un nuevo trabajo. Pero cuidado: la energía del entusiasta puede disminuir. Si no actúan de acuerdo con sus ideas o no son seleccionados para analizar nuevas iniciativas, estos empleados pueden desilusionarse.
A menudo, estas son personas que han crecido rápidamente a través de una organización y no han experimentado muchas fallas. Cada vez que alguien rechaza una de sus ideas, lo toman como una derrota aplastante. Como líder, obviamente no puedes cumplir cada aspiración u objetivo de cada empleado.
Si encuentras que un colaborador está presionando especialmente por una idea, tómate el tiempo para hablar con él o ella directamente. Involúcralos en un diálogo sobre lo que se puede hacer, lo que no se puede hacer y por qué. La transparencia y la claridad ayudarán a los entusiastas a sobrevivir a una decepción sobre cualquier idea.
Independientemente del tipo de persona con la que te relacionas, es importante recordar que un liderazgo efectivo no equivale a emitir órdenes o crear miedo. Debes influir en las personas a las que diriges y ayudarlas a transformarse en seguidores leales y productivos.
No se trata de crear una fuerza de trabajo que haga a ciegas lo que tú quieres que hagan. Se trata de inspirar a las personas para que te sigan porque disfrutan el viaje y encuentran sentido en su trabajo. La falta de significado es una gran razón por la cual la gente deja el trabajo … y a los líderes.
Durante años se nos ha dicho que miremos las cosas desde el punto de vista de otra persona, que caminemos una milla en sus zapatos. Es un consejo excelente, pero se necesita mucho trabajo y práctica para incorporarlo a un enfoque de liderazgo. Sin embargo, haciendo el esfuerzo consciente de aprender qué motiva y compromete a tu gente, encontrarás las tácticas correctas para la persona adecuada. Esa es una estrategia que hará que los líderes sean más exitosos y los seguidores más comprometidos y productivos.