¿Reconoces tu valor real como empleado?
Para comenzar a contestar ese interrogante, vale recordar que no se nos paga solo por “ir a trabajar”; sino que se nos paga para aportar valor a la empresa en la que uno está. En el pasado, nuestros logros profesionales eran un accesorio; detalles insignificantes en comparación con los cargos o diplomas obtenidos en el transcurso de nuestro servicio a una determinada organización.
Mi padre era un hombre inteligente, íntegro y muy respetado. Como médico, trabajó toda su vida en el Hospital Obrero de Lima, Perú. Cuando comencé mi carrera, quise seguir su ejemplo. Me enseñó que, a su entender, existen tres claves para construir una carrera: estudiar mucho y conseguir buenas calificaciones y diplomas; conseguir un buen empleo en un buen lugar y trabajar duro siempre. “Si sigues estos consejos, tendrás un gran trabajo para toda la vida”, solía afirmar mi Padre.
Aunque este consejo es atemporal, la idea de mantener un mismo empleo toda la vida está en peligro de extinción. Hoy en día sabemos que, para prosperar, debemos ser capaces de adaptarnos a entornos laborales en constante cambio. La mayoría de las organizaciones no pueden garantizar su propia supervivencia, mucho menos asegurar empleos de por vida para su personal.Sin embargo, nuestra ambición por desarrollar una carrera satisfactoria y trascendente no ha disminuido. De hecho, la evidencia demuestra que la gente hoy día, y más que nunca, desea forjar una carrera significativa. La pregunta es ¿Cómo construimos esa carrera que soñamos?
Para comenzar a contestar ese interrogante, vale recordar que no se nos paga solo por “ir a trabajar”; sino que se nos paga para aportar valor a la empresa en la que uno está. En el pasado, nuestros logros profesionales eran un accesorio; detalles insignificantes en comparación con los cargos o diplomas obtenidos en el transcurso de nuestro servicio a una determinada organización.
¿Cómo agregar valor en tu actual empleo? Antes de afrontar ese desafío, debes cerciorarte de que realmente estés añadiendo valor. Dicho de otra manera, debes ser consciente de que tus logros aportan generan una diferencia dentro de un marco laboral que justifique tu salario. La experiencia me ha demostrado que es poca la gente que sabe reconocer su valor agregado en el trabajo.
Para comenzar debes hacer una lista de tus logros que sirva como prueba del valor que aportas; e identifica en ella las áreas en las que debes mejorar.
¿Cómo hacerlo? Simplemente escribe. Redacta una lista de logros y contribuciones que hayas hecho. Sé riguroso y honesto. Evita las exageraciones y jamás te apropies del crédito ajeno. Si eres honesto contigo, la lista servirá para planificar tu carrera en varios aspectos importantes.
Primero, la lista es una fuente valiosa para la elaboración de un plan de carrera, un aumento o un ascenso. La combinación de los logros pasados y aquellos que crees que puedes alcanzar en el futuro, son la mejor forma de mantener tu carrera en trayectoria ascendente.
La lista sirve también como auto-evaluación y registro. Si anotas cada logro y aporte que puedas recordar, y no suman demasiados; eso debería motivarte a encontrar formas para agregar valor a tu empleo.
Conocí mucha gente que se quejaba por la falta de oportunidades o de desarrollo en su trabajo, pero nunca se había puesto a analizar sus contribuciones. Si realmente evaluaran su valor, podrían darse cuenta de que es hora de actuar y, con argumentos, luchar por ese ascenso o aumento tan deseado.
La lista de logros es el primer paso a la hora de generar valor dentro de la organización en la que trabajamos, pero no termina allí. Debemos encontrar maneras de aumentar nuestros aportes para crear el tipo de valor que se traduce en una carrera satisfactoria.
Ya no se trata de un empleo de por vida, sino de encontrar formas de agregar valor a lo largo de nuestra vida laboral.
Fuente: Inés Temple. Presidente de LHH Peru y Chile.