Empleo: ¿permanecer o cambiar? los millennials optan por la variedad
La generación denominada millennial (de edades entre 20 y 35 años, cuando se produjo el cambio de milenio), tiene otra visión sobre cómo manejar su carrera profesional. Reconocen que la estabilidad laboral no es quedarse toda la vida en un mismo empleo, sino formarse constantemente para adaptarse y variar de acuerdo con las demandas del mercado. Se trata de una generación que entiende que el trabajo debe ser satisfactorio y prioriza la flexibilidad horaria,
La generación denominada millennial (de edades entre 20 y 35 años, cuando se produjo el cambio de milenio), tiene otra visión sobre cómo manejar su carrera profesional. Reconocen que la estabilidad laboral no es quedarse toda la vida en un mismo empleo, sino formarse constantemente para adaptarse y variar de acuerdo con las demandas del mercado. Se trata de una generación que entiende que el trabajo debe ser satisfactorio y prioriza la flexibilidad horaria, el clima laboral y los períodos de descanso para que el trabajo sea parte vital de su vida y no, al revés, como lo demostraron otras generaciones. Quienes nacieron entre 1983 y 2003 forman parte de la llamada “generación Y” o “Millennial”. Son la futura fuerza laboral. Son vistos como emprendedores, innovadores y vanguardistas. Aunque, como siempre, hay críticos que los describen como carentes de compromiso y poco dedicados. Sea cual fuere la visión que se tenga, lo cierto es que se trata de jóvenes que apuestan a la variedad amparados en su capacidad de adaptación al cambio.
Una encuesta realizada por una consultora internacional en RR.HH, brinda información sobre los hábitos y conductas laborales de los Millennials:
Trabajarían más años: Creen que deberán trabajar más y por mayor tiempo que las generaciones previas, dado que la expectativa de vida se prolongó y las exigencias son mayores. Casi el 50% de los encuestados estaría dispuesto a seguir trabajando luego de los 65 años y un 12% afirma que trabajará toda su vida.
Valoran las licencias y vacaciones: Esta generación prioriza su tiempo libre o de descanso. 84% prevé tomar más de un período de licencia prolongada o hasta un mes de vacaciones (diversos motivos dependiendo del género). Las mujeres priorizan los motivos familiares (embarazo 61%, cuidado de los hijos 33%, cuidado de padres o mayores, 30%. Los hombres toman licencias por viajes (42%), educación (21%) o pasatiempos (24%).
Estabilidad laboral y salarial: A pesar de que el empleo surgido en la nueva era tecnológico están en alza, el trabajo free lance o medio tiempo que dan este tipo de trabajos, les genera dudas, inestabilidad y no los atrae tanto como se cree (sólo un 3% tomaría ese tipo de puestos).
Carga horaria: Aunque muchos sostengan que esta generación “no se esfuerza lo suficiente”, la encuesta revela que 7 de cada 10 jóvenes trabaja más de 40 horas a la semana y hasta un 26% mantiene 2 trabajos.
Oportunidades de crecimiento: Todos los jóvenes quieren progresar pero, a diferencia de otras generaciones, no esperan tanto para un ascenso. El promedio de espera es de dos años antes de ser promovidos.
Herederos de los años de reestructuración y flexibilización de los 90, ya no esperan hacer carrera en un mismo lugar o profesión y comprenden que la clave está en la capacitación constante para adaptarse a las exigencias del mercado (93% apuesta al Coaching y hasta 4 de cada cinco invierte dinero propio en capacitación).
Los millenials quieren oportunidades de crecimiento, reconocimiento y capacitación para siquiera considerar permanecer en un mismo empleo. También exigen buenos salarios y beneficios acorde al cargo. Son creativos e innovadores a la hora de combinar vida personal con profesional. Saben que en el balance está la clave. Por eso prefieren horarios flexibles, posibilidades de crecimiento, capacitación y desarrollo para sentirse plenos y satisfechos en su empleo; si no cambian, buscan, comparan, se adaptan. Muchos conciben su carrera profesional como una maratón: un recorrido extenso en el que puede haber pausas y cambios de ritmo, pero siempre se vislumbra una meta.
Fuente: Lee Hecht Harrison