Daño colateral: ¿Por qué el costo de una mala contratación es mucho más caro de lo que crees?
“Es importante recordar que las malas contrataciones pueden, cuando aparecen en mayor número, revelar toda una gama de problemas más grandes y más caros como la cultura, el compromiso y las prácticas de contratación. “
Michael Haid, Managing Director, US Talent Development, LHH
¿Has subestimado los costos asociados a una mala contratación? Lo más probable es que lo hayas hecho, y no estás solo en eso.
Una amplia gama de think tanks y consultores han tratado de llegar a las «calculadoras» de una mala contratación. El problema es que cuando se aplican a una mala decisión de contratación promedio, pueden generar cifras significativas en dólares.
Por lo general, estas calculadoras incluyen cosas como salario, horas dedicadas a la búsqueda y entrevista de candidatos, e inversiones en capacitación.
Los cálculos sobre el costo total pueden variar enormemente. El Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, una de las fuentes más citadas, estima el costo de una mala contratación en el 30 por ciento del salario anual. Una encuesta a empleadores realizada por una empresa de capital humano fijó el costo en alrededor de $14,000, mientras que una empresa de búsqueda identificó en $240,000 los gastos de reclutamiento, compensación y retención.
Estos cálculos, sin embargo, normalmente excluyen muchos costos de garantía asociados con contrataciones incorrectas, porque es muy difícil traducirlos en números duros.
La dura verdad es que una mala contratación puede causar perturbaciones significativas en la cultura organizacional y el compromiso de la fuerza de trabajo. También puede dañar irreparablemente la marca de su empleador.
Una mirada más amplia a los costos de las garantías
Sería bueno pensar que la mayoría de las organizaciones generalmente evitan las malas contrataciones. Pero La verdad es que muchas de ellas lo hacen con frecuencia porque carecen de la metodología para encontrar a la persona adecuada, y eso tiene toda una gama de consecuencias negativas.
Cuando demuestras constantemente una propensión a contratar personas equivocadas, particularmente para puestos directivos, erosionas la confianza con empleados, accionistas y clientes, en tu capacidad para administrar el negocio.
Internamente, la pérdida de confianza se traduce en una menor participación de los empleados. En algunos casos, esa pérdida de compromiso puede hacer que tu mejor gente quiera irse a otro lugar. Una puerta giratoria, donde las malas contrataciones están llegando y los mejores talentos están saliendo, empañará tu marca como empleador.
Desafortunadamente, las consecuencias no se detienen solamente en erosionar el compromiso y la marca del empleador. Las malas contrataciones también socavan drásticamente la productividad de una organización.
La mayoría de las calculadoras de malas contrataciones miran la productividad sólo en lo que se refiere al rendimiento, por debajo del par. Sin embargo, cuando un nuevo empleado tiene problemas, otros empleados se ven obligados a asumir las cargas de trabajo más pesadas. Esto es particularmente problemático para los equipos, donde los artistas fuertes cubrirán a los artistas pobres para asegurarse de que toda la unidad no se vea afectada.
Incluso cuando terminas un mal contrato, creas un vacío donde todos los que quedan atrás tienen que realizar tareas adicionales para mantener al equipo avanzando. Eso pone a su mejor gente bajo un montón de estrés adicional y tensión.
Todas estas consecuencias, tomadas en conjunto, crean un círculo vicioso de residuos y desconexión.
Después de una mala contratación, la productividad sufre de un rendimiento deficiente, lo que promueve la desvinculación entre los empleados existentes. En la mayoría de los casos, este tipo de rendimiento da como resultado un despido, lo que desencadena más costos para cubrir la vacante. Si aún no has abordado los problemas sistémicos que contribuyeron a generar la primera contratación incorrecta, estás en peligro de repetir el proceso: costos de reclutamiento, rendimiento deficiente y desconexión que conduce a otra vacante.
Remedios
¿Qué puede hacer una organización para protegerse de las malas contrataciones? Ninguna organización es completamente inmune a este desafío, pero hay tres pasos que puedes tomar para reducir drásticamente el número y la frecuencia de las malas contrataciones.
- Saca tu nuevo proceso de contratación de las sombras. Una auditoría detallada de las prácticas de reclutamiento, contratación, entrevistas y evaluación debe ayudar a determinar si está contratando a las personas adecuadas. Esta auditoría debe indicarle si sus criterios de contratación están enfatizando en exceso cosas como habilidades técnicas y credenciales académicas, subevaluando rasgos de personalidad, pasando por alto las preferencias en el lugar de trabajo, infravalorando las motivaciones para el trabajo, definiendo mal los valores que desea o no evaluando las habilidades de pensamiento crítico. Puede utilizar diferentes herramientas para evaluar diferentes elementos. Esto puede aumentar los costos iniciales, pero ese costo es más que compensado por una mayor productividad y una tenencia más larga lograda con una buena contratación.
- Calibre sus entrevistas. Una auditoría objetiva debe ayudarle a determinar si los gerentes de contratación están realizando evaluaciones de candidatos de la misma manera o modificando el proceso y seleccionando candidatos que se ven y suenan como ellos. La contratación sigue siendo un esfuerzo humano, y es importante tomar medidas para frenar los prejuicios.
- Ingeniería inversa de entrevistas de salida. Las entrevistas de salida con malas contrataciones pueden revelar una serie de detalles importantes. Entre ellos podrían incluir a las personas que fueron contratadas en trabajos que no estaban calificados para desempeñarse o candidatos que eran fuertes en habilidades técnicas pero débiles en habilidades blandas. Las revelaciones de estas entrevistas de salida se pueden utilizar para realizar ingeniería inversa de un mejor proceso de contratación.
Es importante recordar que las malas contrataciones pueden, cuando aparecen en mayor número, revelar toda una gama de problemas más grandes y caros con la cultura, el compromiso y las prácticas de contratación. Tómese el tiempo para hacer una inmersión profunda, para conseguir escapar del círculo vicioso que comienza con una sola mala contratación.