Decálogo del Desempleado
Desempleo, palabra que a muchos, por no decir todos nos genera terror. Y sí, la idea de no tener un empleo, ya sea para algunos un empleo formal de cuatro paredes o con uno mismo, asusta. Pero la mayoría piensa que asusta solo por la parte económica, que si bien es importante, no es la única preocupación. Por esto, a continuación presento un decálogo que puede ser de utilidad tanto si usted estaba vinculado a una empresa, como si estaba al frente de su propio negocio. Nunca piense que no le va a pasar….
Por: Jose R. Prado S. Candidato Lee Hecht Harrison, Bogotá
Desempleo, palabra que a muchos, por no decir todos nos genera terror. Y sí, la idea de no tener un empleo, ya sea para algunos un empleo formal de cuatro paredes o con uno mismo, asusta. Pero la mayoría piensa que asusta solo por la parte económica, que si bien es importante, no es la única preocupación. Por esto, a continuación presento un decálogo que puede ser de utilidad tanto si usted estaba vinculado a una empresa, como si estaba al frente de su propio negocio. Nunca piense que no le va a pasar….
Usted sigue siendo “usted mismo”: Esta es la primera lección que todo desempleado debe aprender. Muchos nos hemos presentado como “… yo soy fulano de tal, empresa tal, cargo tal…” No, ¡Usted NO es su cargo! Usted es muchas cosas más: profesional, padre, madre, hijo(a), hermano(a), etc. Suponga que llega a la fila de inmigración en USA, usted puede decir que ya no tiene trabajo. ¡La visa se la dieron a usted! Si el oficial de inmigración de USA le pregunta en qué trabaja, responda sin miedo que está desempleado. ¡La vida se la dieron a usted!
Lo “bailao” no se lo quita nadie: Lo que hizo, logró y la huella que dejó, nadie se la puede quitar. Hace parte de ese “usted mismo” del punto anterior.
Acepte la situación: La convención social es que el desempleado es un “perdedor”, “fracasado”, “paquete”, etc. (esto no incluye a los vagos de profesión, respetable también). Pero la verdad no es esa. Continúe siendo usted mismo; acaso ¿era usted todos esos adjetivos horribles cuando orgullosamente portaba el carné de la “empresa”? ¿Fue ese carné lo que lo hizo exitoso? O ¿Fue “usted mismo” quien logró todos esos éxitos?
No se culpe: No se desgaste con “what if”, ya pasó; quítese la culpa. Una manera interesante de hacerlo es aprender de lo que le está pasando, registrarlo en la cabeza y seguir adelante.
Establezca una rutina: La parte más complicada del desempleo es la libertad. ¿Irónico no? Tanto que soñó con la libertad y, ahora, no sabe qué hacer con ella. Por eso, es importantísimo establecer una rutina lo antes posible. ¡Cualquiera! Puede ser trotar dos millones de kilómetros o simplemente regar las flores. Lo que sea que lo mantenga activo. Ojo, esa rutina sí debe incluir algún tipo de actividad productiva. No se valen siete horas de Netflix y cuatro horas de whisky con los amigos.
Establezca sus objetivos: ¿Se acuerda de todos esos planes estratégicos que hacía para la “empresa”? Hágalos para usted. Es el momento de pensar qué quiere, por qué lo quiere y si lo hará feliz. Replantee sus objetivos profesionales y de vida. ¡Aproveche! esta es una oportunidad de oro. ¡No hay excusas!
Planee: Haga un plan, incorpórelo en su rutina, póngase KPI’s y sígalos. Sorpresa!! Ya tiene un trabajo nuevo, usted mismo se lo creó.
Empléese en buscar trabajo: “Finding a job is a full time job”. Necesita un plan. Plan que además resulta bastante divertido porque involucra a otras personas; verse con viejos amigos; contarle al mundo qué quiere hacer. La herramienta más poderosa del job hunt es el “voz a voz”. De ahí la importancia de aceptarlo, exorcizarlo y seguir adelante. Acuérdese que sigue siendo ese “usted mismo”.
Beneficios: Este nuevo trabajo tiene unos beneficios espectaculares!! Aprovéchelos, úselos. Para cada persona son diferentes. Tiempo con los hijos, amigos, familia. Tiempo para usted. Desempolve esa lista de “algún día” y ejecútela: la firma del banco, el traspaso del carro; todas esas cosas que vamos anotando por ahí para las cuales nunca teníamos tiempo. Aproveche porque cuando vuelva a emplearse, va añorar estos momentos de libertad. Y sí… va a volver, si es lo que quiere.
No le coma a los demás: Úselo como filtro. Aproveche para ver quién sigue con usted, aquellas personas que se enamoraron y aman ese “usted mismo” del punto 1. Los que no solo le tenían cariño por el carné. Téngale paciencia a su familia, para ellos también es complicado. Cuénteles en qué está. Hágales ver que hay ganancias para ellos también. Ignore las manifestaciones de lástima, cada quien juzga por sus propios miedos y escala de valores. Manténgase firme. Esa firmeza le dará fortaleza a su familia y a su búsqueda.
Por último, disfrute la etapa, aprenda de usted mismo, aprenda de los demás y sea feliz!
Escrito por: Jose Prado