El Mercurio: LHH desarrolla los mismos programas de outplacement a nivel mundial
Publicado en El Mercurio el 28 de Octubre de 2015
Los cambios en el mercado laboral le han dado un nuevo sentido al contar con un plan de carrera, especialmente cuando los ejecutivos enfrentan un proceso de transición.
El outplacement nació en Estados Unidos a fines de los años 60, orientado a que las personas que perdían su empleo fueran contenidas emocionalmente y recibieran el entrenamiento necesario, cuyo foco principal era realizar CV y entrevistas para poder encontrar un nuevo trabajo. En 1996, DBM introdujo el outplacement en Chile con la fusión de los bancos Osorno y Santander. En 2011, DBM fue adquirida por Lee Hecht Harrison (LHH) a nivel mundial.
Desde entonces, LHH comenzó a introducir elementos y herramientas cada vez más alineadas con la carrera profesional de hoy, que está lejos de ser estable en un mundo que requiere profesionales y ejecutivos con un alto nivel de autogestión y liderazgo, siempre al día con el mercado, enfocados en relaciones y con competencias transferibles, lo que se sustenta con años de experiencia en más de 350 oficinas en 64 países.
Hoy, un programa de transición debe proporcionar herramientas para generar proactivamente el desarrollo de carrera, no pensando en que podría ser despedido nuevamente; por el contrario, permite con anticipación visualizar y definir estrategias a 5 o 10 años para aumentar sus competencias, experiencia y valor de contribución a las compañías.
Este diseño integrado asegurará que la empleabilidad de los ejecutivos aumente; más importante aún, les permitirá incrementar su satisfacción profesional y con ello entregar resultados concretos y sostenibles en el tiempo a sus empleadores.
Programa de transición
Fundamental para un proceso de transición organizacional efectivo es el trabajo cuidadosamente planificado. Carolina Riquelme, gerenta general de Lee Hecht Harrison Chile, dice: «Nuestro trabajo se inicia con los comités de transición, compuestos por gerentes de las distintas áreas, incluyendo al gerente general, que lideran el proceso de reestructuración, y consiste en sesiones de planificación del proceso de comunicación de la desvinculación, desde los guiones de anuncio hasta la logística que implica lugar, recursos y anticipación de posibles contingencias».
Posterior al anuncio de desvinculación, un consultor de LHH asiste a la persona desvinculada principalmente para conocer su estado emocional y ayudarlo a preparar la comunicación a su familia y amigos, también a comprender que a partir de ese momento cuenta con un Programa de Transición que le ayudará a centrarse en sus nuevos objetivos y gestionar su empleabilidad.
LHH cuenta con programas individuales y grupales, dependiendo de los niveles impactados en la organización. En el caso de los primeros, su duración más común es de seis meses, contando con sesiones presenciales con un career coach dedicado, oficinas con un ambiente altamente productivo, con ejecutivos que vienen de diversas áreas, sectores y culturas, más de 160 horas de entrenamiento considerando talleres de varios temas de empleabilidad y casos de estudio, y plataformas online como OneSource, la base de datos de empleadores más grande del mundo. Los ejecutivos que provienen de posiciones top management cuentan con sesiones de trabajo de introducción a los directorios. Adicionalmente a los recursos, lo que más agrega valor a los ejecutivos son los eventos y conversatorios de formación, mejores prácticas y networking del área financiera, tecnológica, márketing, operaciones, entre otros, y el equipo multidisciplinario de career coach, con quienes trabajan para mejorar el autoconocimiento, el rendimiento en cada reunión de red, su entrevista y su proceso, para que construyan una mayor empleabilidad.
Acorde a los tiempos
Un ejecutivo en programa de LHH recibe preparación para su carrera profesional en distintos ámbitos, siempre orientada a aumentar la empleabilidad y sostenibilidad de su carrera. Complementario a eso, los ejecutivos reciben asesoría patrimonial previsional y financiera, realizada en alianza con Alfredo Cruz & Cía, con el objetivo de planificar sus ingresos de corto, mediano y largo plazo.
Otro aspecto importante es que cuenta con LHH Founders, un programa de emprendimiento. «Bajo la idea de que todos vamos a vivir muchos años después de la edad de jubilación y necesitamos de actividad, todos los ejecutivos en programa participan en las sesiones generales de emprendimiento que son cuatro módulos, donde se explica cómo hacerlo, dónde buscar financiamiento, cómo evaluar un proyecto, cómo construir un modelo de negocios, etc.», destaca Carolina Riquelme.
Así, para quienes deciden avanzar por esta línea, laboran con un experto en esta materia, trabajando en el desarrollo del emprendimiento.
«Es destacable que el coach que lidera este eje está dedicado hace años a emprender, pero anteriormente fue gerente regional de márketing para compañías de tecnología, por lo tanto comprende al 100% lo que significa transitar del mundo corporativo al de emprendedor».
Caso chileno
Hoy reflexionar, planificar, anticipar y gestionar estratégicamente la carrera profesional es lo que entrega mayor valor a los ejecutivos en programa, además de los temas fundamentales como CV y entrevista.
«Los beneficios de este programa no terminan al momento de conseguir un nuevo empleo. El programa, a través de mis coaches, me aportó, entre muchas otras cosas, una oportunidad de auto-reflexión, conocimiento de la industria, conocimiento de procesos y herramientas que desconocía para moverme en el mercado laboral. Todas esas cosas considero son de un valor enorme, pues lo aprendido me ayudará no solo ahora sino en el resto de mi carrera profesional», dice Alba Rodríguez, gerente Supply Chain.