Gut Check: Sabes guardar información confidencial?
Pasé la última semana en Brasil, colaborando con el equipo local para la traducción y lanzamiento de mi libro “El Contrato de Liderazgo”, en portugués. El equipo local realizó una estupenda labor organizando eventos y tuve el placer de conocer a muchos líderes de negocios brasileños.
Durante un almuerzo, hablé con algunos clientes acerca de los desafíos del liderazgo. Una de las líderes de negocios allí presentes, expresó su frustración acerca del manejo de la información confidencial entre los colegas de su compañía. Muchos de los participantes, estuvieron de acuerdo con ella: la protección de la información confidencial es un asunto realmente delicado dentro de una empresa
Pasé la última semana en Brasil, colaborando con el equipo local para la traducción y lanzamiento de mi libro “El Contrato de Liderazgo”, en portugués. El equipo local realizó una estupenda labor organizando eventos y tuve el placer de conocer a muchos líderes de negocios brasileños.
Durante un almuerzo, hablé con algunos clientes acerca de los desafíos del liderazgo. Una de las líderes de negocios allí presentes, expresó su frustración acerca del manejo de la información confidencial entre los colegas de su compañía. Muchos de los participantes, estuvieron de acuerdo con ella: la protección de la información confidencial es un asunto realmente delicado dentro de una empresa. Cuando desarrollas un rol de liderazgo (en cualquier nivel), deberás manejar información confidencial. Puede ser acerca de una adquisición, una fusión o un cambio en ciernes, o quizás se trate de un asunto personal de un determinado empleado; cualquiera sea el caso, siempre hay que mantener la discreción.
Es de suma importancia que los líderes sepan (y aprendan) a mantener la información confidencial, confidencial. Pero, por desgracia, hay quienes no saben guardar un secreto y eso les genera grandes perjuicios en su empleo, en su empresa y en su vida personal.
Como ejemplo, tomemos el caso de Kathleen Kane, ex Fiscal General de Pensilvania, quien tuvo que renunciar a su cargo luego de que la hallaran culpable de perjurio y obstrucción a la justicia por filtrar información confidencial del Gran Jurado a un reportero. Ahora afronta un juicio por una condena de hasta 14 años de prisión. Ella, seguramente, hubiera deseado ser mucho más discreta.
Se acusó a Kane, miembro del Partido Demócrata, de filtrar información para dañar la reputación de una fiscal rival. Al ser interrogada por la Policía, intentó culpar a la gente de su staff pero, la evidencia reveló su mentira. La caída en desgracia de esta fiscal, es una advertencia para todos los líderes acerca de la importancia y el poder que tiene la información que manejan.
Si los líderes saben que tienen acceso a información confidencial y son responsables por ella, Por qué esa compulsión por compartirla?
Creo que es una cuestión de ego. Esta clase de líderes creen que son el eje de sus empresas y quieren impresionar a los demás, demostrando que están al tanto de todo lo que ocurre a su alrededor. Es una necedad querer impresionar con la jerarquía dentro de la organización, porque lo único que se demuestra el el grado de inseguridad y egoísmo.
Hay casos en los que los líderes, simplemente no tienen noción de cómo la violación de la confidencialidad puede afectar la vida de otros. No hay que ir muy lejos por ejemplos; basta con ver la actitud de Donald Trump para darse cuenta. Su campaña presidencial estuvo plagada de declaraciones ofensivas, indiscretas y discriminatorias. No tuvo reparos en publicar detalles de la vida privada de sus adversarios y sus familiares. Así fue que en marzo pasado, Trump amenazó con “contar todo” acerca de un vergonzoso incidente que involucraba a Heidi Cruz, esposa del Senador Ted Cruz, un antiguo rival dentro de la interna del Partido Republicano. Imagínense que, de ganar las elecciones, tendrá acceso a muchísima más información confidencial y deberá, de algún modo, aprender a guardar secretos de suma importancia.
La confidencialidad es una cuestión tan importante dentro del liderazgo que, considero prudente que hagamos una pausa para reflexionar al respecto: Cómo actúas cuando tienes acceso a información confidencial?, Puedes mantener tus labios sellados o “te quema” saber demasiado?
Creo que, si tienes un rol de líder, tienes la obligación y la responsabilidad de proteger información. Es más, es tu tarea asegurarte de que, si alguien filtra información o comparte datos que no debe contigo, le pongas un freno. Interrumpe la conversación. Sé el ejemplo para los demás líderes dentro de tu compañía.
En el Gut Check de esta semana preguntamos: Sabes guardar información confidencial?
Fuente: Vince Molinaro – Global Managing Director, Líder de Estrategias para Lee Hecht Harrison.
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