Las mujeres son menos competitivas en el trabajo?
Según un estudio de la Universidad de Michigan publicado en junio del 2016, a la hora de solicitar a un trabajo o universidad, las mujeres escogen solicitar a aquellas oportunidades donde compiten con un menor número de solicitantes vs. los hombres. Los investigadores del estudio encontraron que las mujeres prefieren participar en una competencia más cerrada, mientras que los hombres buscan competencias más amplias, las cuales normalmente se asocian con beneficios financieros más altos.
Kathrin Hanek, autora del estudio, dice, «La diferencia en preferencias entre hombres y mujeres ayuda a explicar la brecha entre las mujeres y hombres en ciertas áreas de especialidad o en los rangos más altos de las empresas.»
La semana pasada fui testigo de esto. Estaba trabajando con un grupo talentosísimo de mujeres líderes de alto potencial dentro de la organización de ventas de una empresa global. Al concluir un program de 18 meses con estos líderes les pedimos a todas las participantes compartir algún momento trascendental que habían experimentado a través de su programa. Una mujer describió que había adquirido la confianza de hacer algo que jamás hubiera hecho antes-solicitó a una posición la cual pensaba estaba fuera de su alcance y no obtendría nunca. Esta mujer tenía amplia experiencia en marketing con una gran trayectoria de entender a los consumidores. Pero ella sabía que para poder seguir creciendo y obtener cargos más importantes, tendría que adquirir experiencia comercial. Por suerte se abrió una posición en su región. Ella ansiaba solicitar a esta posición, pero algo se lo impedía. Sabía que no solamente habría una gran cantidad de solicitantes bien preparados, sino que ella sería la única sin experiencia en ventas.
Comenzó a dudar de si misma y a cuestionarse repetidas veces.
Por qué me querrían a mí?
Qué posibilidad puedo tener yo al enfrentar una competencia tan intensa?
Qué estaba pensando? Lo que esta mujer aprendió a hacer durante su programa de 18 meses fue “reprogramar” el mensaje que se decía a sí misma. Aprendió a replantearse su experiencia de manera que resultara una ventaja competitiva. Era la única candidata que poseía el conocimiento que había adquirido a través de sus experiencias. Transformó su miedo de perder por un impulso y empeño de mostrar cuánto quería crecer y aprender. Dejó de ver el proceso como una competencia y comenzó a verlo como una manera diferente de ofrecerle a su organización una nueva perspectiva y así lograr agregar valor. Dijo que si este rol hubiera surgido disponible antes de que comenzara el programa de 18 meses, jamás se hubiera atrevido a postular. Pero lo hizo. Y adivinen que. ¡Se lo dieron! Cuando terminó de compartir su anécdota todas su orgullo y confianza en sí misma eran evidentes. El salón estalló en aplausos, no sólo porque obtuvo el puesto, sino también porque se había esforzado por salir de su área de confort y romper con los esquemas que se había planteado.
Fue un recordatorio muy importante de que el “cassette negativo” que tenemos en nuestra propia mente puede ser nuestro peor enemigo. Tenemos que borrarlo y reprogramarlo. Si te encuentras en una situación similar, recuerda esta anécdota. No tengas miedo a exponerte a oportunidades que inicialmente parecen inalcanzables, sólo replanteate como ves a la competencia en el mundo laboral. No se trata de tú contra el mundo, si no de dar tu mejor cara y contribuir con tus mejores ideas.
Fuente: Tammy Heermann. Vice Presidente Senior, Soluciones Estratégicas de Lee Hecht Harrison R.U.
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