Mujeres: Claves para aumentar la empleabilidad

10 Oct 2017

Articulo: Stampa Magazine
Fecha: 29 septiembre 2017
Columna: Carolina Riquelme, gerente general Lee Hecht Harrison Chile

 

Cada día, nos desenvolvemos en un desafiante mercado laboral que ha ido incorporando el rol de la mujer con mayor fuerza, tratando de entender sus particularidades y fortalezas. Este proceso ha abierto discusiones como la brecha salarial, el equilibrio vida / familia y el tipo de aporte que realizan las mujeres a los equipos que integran. Estas temáticas representan, sin duda, un desafío mayor para la adquisición de talento en las organizaciones y una de las claves para su desarrollo futuro.

¿Cómo es el talento femenino? Según las investigaciones realizadas por Lee Hecht Harrison en distintas organizaciones, es posible observar, por ejemplo, que solo el 18% de las posiciones de liderazgo en Latinoamérica son ocupadas por mujeres. Una de las razones que explicarían esta cifra, es que ellas son percibidas como menos estratégicas que los hombres, hecho que fue validado por miles de evaluaciones 360º de hombres y mujeres en todo el mundo.

Efectivamente, el talento femenino posee particularidades que ayudarían a la construcción de este prejuicio. Una de ellas es que las profesionales no ven el liderazgo como un camino viable, porque no entienden cómo lo manejarán todo (incluyendo su vida familiar) y a pesar de conseguir buenos resultados en su desempeño profesional, lo hacen de una fuerte manera colaborativa, diluyendo su éxito en el resto del equipo.

Otras características distintivas que posee el talento femenino es que evitan plantear ideas sin considerar riesgos, y están focalizadas en el control de las múltiples tareas que asumen (multitasking), lo que las muestra mucho más cercanas a lo operativo, perjudicando su imagen de liderazgo estratégico.

El desafío, entonces, está en asegurar que las mujeres puedan ser percibidas como estratégicas. Para conseguir este propósito, debemos desarrollar aspectos como:  Dominar las preguntas estratégicas, conectando los temas de discusión con objetivos, resultados y equipos; mostrando las consecuencias de las acciones de acuerdo a la complejidad del tema y las presiones del negocio. Hablar con un punto de vista, opinando con información de respaldo. También es necesario pedir feedback específico sobre las tareas realizadas, no solo sobre temas relacionados a estilo o comunicación.

Finalmente, es necesario construir relaciones estratégicas con varios tipos de redes de contacto (las operativas, las enfocadas en el futuro y las de carrera). Con este apoyo se consigue el respaldo de las personas necesarias para hacer un buen trabajo y además construimos nuestro desarrollo de carrera futuro.

No debemos olvidar que la visión estratégica es la competencia número uno para determinar el potencial profesional respecto de una promoción o aumento de sueldo y, por tanto, debe ocupar un lugar prioritario en nuestro trabajo diario.

 

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