¿Por qué los principios intemporales duran más que las tecnologías transitorias?
Por Ranjit de Sousa
Cuando pienso en el año que acaba de pasar, mi mente se dirige inmediatamente al Grupo UBS.
UBS es una de las instituciones financieras más antiguas y exitosas del mundo. Fundada en Zurich, siempre ha sido una organización con visión de futuro y un destacado modelo de innovación. Por este motivo, no fue sorprendente que estuviera entre las instituciones financieras que lanzó una solución automatizada de asignación de activos para atender a sus clientes de alto patrimonio. El UBS Robo-Advisor debutó en 2016 generando grandes expectativas en una industria que ha experimentado grandes cambios en sus procesos de automatización e Inteligencia Artificial.
Dos años más tarde, sin embargo, UBS Robo-Advisor ya no existe.
UBS suspendió el servicio el año pasado después de determinar que tenía un «potencial limitado a corto plazo«. La tecnología patentada detrás de Robo-Advisor se vendió a otra empresa y UBS no ha dicho que le está dando la espalda a las soluciones de inteligencia artificial, pero le está tomando tiempo reagruparse y encontrar una aplicación que esté más alineada con su base de clientes.
Creo que la decisión de dejar de lado la asignación automática de activos dice mucho sobre la madurez de los líderes de UBS.
El sector de los bancos de inversión se ha movido rápidamente para adoptar nuevas ideas y tecnologías. Por ello, a medida que experimenta desafíos de crecimiento, es igual de importante que promueva una cultura de «errores productivos».
En otras palabras, necesitan buscar nuevas ideas, tecnologías y caminos para avanzar, pero si las cosas no funcionan, deben tener el coraje para dar un paso atrás y reagruparse. Las organizaciones que no pueden tolerar los errores productivos acabarán matando la innovación y el progreso.
Aunque se administran miles de millones de dólares en todo el mundo mediante aplicaciones automatizadas de asignación de activos, difícilmente existe una solución perfecta. Muchas instituciones financieras admitirían que, si bien es una buena fuente de asesoramiento básico de inversión para carteras menos complejas, los asesores en línea no son para todos los inversores.
La historia de UBS es una de las historias del año para mí: los riesgos crecientes que enfrentan las empresas cuando intentan separar las modas tecnológicas de las soluciones genuinas.
Más que nunca, creo que los líderes empresariales parecen estar motivados por el temor de perderse la próxima gran ola de tecnología y quedarse atrás cuando los competidores encuentran y despliegan su bala mágica.
Dado que la inversión inicial en esta tecnología es tan grande, y que los errores estratégicos pueden tener graves consecuencias, la capacidad de clasificar a los ganadores de las modas se ha convertido rápidamente en una de las habilidades más importantes para los líderes empresariales de hoy. Correr demasiado rápido hacia una mala decisión puede tener consecuencias catastróficas.
“Los líderes empresariales quieren saber qué pueden hacer para mantener a sus mejores personas en un momento en que el talento es móvil y la demanda de trabajadores calificados nunca ha sido tan intensa”.
RANJIT DE SOUSA, PRESIDENTE LEE HECHT HARRISON
Afortunadamente, esos líderes están demostrando que también tienen la capacidad de separar las modas pasajeras de los ganadores reales en otras áreas e, incluso evitar, por ejemplo, la montaña rusa de emoción que rodea al tema de las criptomonedas.
Hace apenas un año, las corrientes criptográficas como Bitcoin, estaban de moda, y empresas de todo tipo buscaban la manera de sumarse a esta tendencia. Hoy en día, la mayoría de los analistas de inversiones creen que la fiebre de Bitcoin ha terminado.
Axios, un boletín de excelente reputación, informó recientemente que había una disminución abrupta en el uso de términos como «Blockchain» y «Bitcoin» en las llamadas de ganancias y presentaciones de ejecutivos de S&P 500.
La teoría era que había tantas exageraciones en torno a las criptomonedas que la mayoría de las empresas que cotizan en bolsa querían que sus inversores supieran que estaban intentando ponerse a la vanguardia de una nueva tecnología.
Para el cuarto trimestre de 2018, sin embargo, la fiebre del oro criptográfico parecía estar disminuyendo. Muchas de las personas y organizaciones que se apresuraron a usar las criptomonedas, ahora con frecuencia estaban reportando enormes pérdidas. «El bombo», informó Axios, «fue solo eso».
Mientras viajaba por el mundo conversando con nuestros clientes y líderes empresariales de una gran variedad de industrias, escuché innumerables comentarios sobre la inteligencia artificial y las criptomonedas. Es difícil no dejarse llevar por la exageración y la emoción de una tecnología nueva que aún no es totalmente entendida.
Pero, curiosamente, también escuché acerca de temas que son muy tradicionales en el campo del capital humano, como el compromiso (engagement).
En la mayoría de las regiones del mundo, hay una escasez crítica de talento. Los Estados Unidos continúa experimentando una escasez histórica de trabajadores calificados. De hecho, la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU. informó que hay un millón de vacantes laborales más que el número de personas que buscan trabajo. Esa es una dinámica que muchos de nosotros en el mundo de los negocios nunca pensamos que tendríamos que enfrentar.
Cuando hablo con líderes empresariales, escucho cada vez más comentarios sobre la imposibilidad de encontrar personas calificadas para ocupar puestos de trabajo. Y eso, como resultado, genera el miedo de perder parte de los equipos. Estos líderes quieren saber qué pueden hacer para mantener a sus mejores personas en un momento en que el talento es móvil y la demanda de trabajadores calificados intensa.
En otras palabras, quieren saber cómo mantener a sus trabajadores comprometidos. No solo para retener el talento, sino también para aumentar la productividad.
Es evidente que incluso en una época en la que estamos obsesionados con el futuro del trabajo y pasamos gran parte de nuestro tiempo discutiendo el potencial de las máquinas para reemplazar a los seres humanos, todavía estemos tratando de descubrir la mejor manera de involucrar a nuestros trabajadores.
La gran preocupación para mí es que, si bien muchas organizaciones están buscando nuevas tecnologías y aplicaciones, pueden estar perdiendo el foco en los elementos centrales de una fuerza laboral exitosa, como el compromiso.
El compromiso es necesario para crear líderes efectivos, responsables y una fuerza laboral productiva. Nunca pasa de moda. Aunque siempre hay nuevas teorías y prácticas actualizadas sobre cómo desarrollar el engagement, no hay manera de tener éxito sin colaboradores comprometidos y motivados.
Las tecnologías van y vienen a una velocidad vertiginosa. Para tener éxito, definitivamente debemos ser capaces de adoptarlas y probar aquellas que pueden mejorar lo que hacemos. Pese a ello, debemos tener cuidado de no ignorar los principios centrales e intemporales de un lugar de trabajo exitoso y productivo: el compromiso y el liderazgo responsable.